Cenotafio de principios de siglo
(2000 - 2004)
Eddy Armando
Siglo XX: primeros cincuenta años
En el siglo XX, debido al incremento de teatros dedicados al cine, los periódicos empezaron a reunir todos los espectáculos de la ciudad en una columna titulada “Cartelera para hoy”, ordenada alfabéticamente por los nombres de los teatros.
Este anuncio del Salón Olympia de Bogotá informa sobre funciones de ópera en sus instalaciones. Aunque no era el espacio ideal, en la capital y otras ciudades donde se fueron construyendo salones para cine, se representaron óperas y drama. Por entonces, uno de los hermanos Di Doménico era, asimismo, empresario de espectáculos en vivo.
La Compañía Ares-Abad hizo una gran campaña publicitaria de su temporada en el país. La presente hoja se insertó en los periódicos de las ciudades donde se presentaron.
El Teatro Municipal de Bogotá fue el espacio privilegiado para la dramaturgia nacional y la Gobelay fue una de las compañías que estrenó obras de nuestros escritores. El director Gonzalo Gobelay visitó varias veces el país con primeras figuras del arte escénico.
La llegada al país del barítono Titta Ruffo, uno de los grandes cantantes de ópera de su tiempo, fue un acontecimiento artístico y social de la época, con su correspondiente cotilleo. La divulgación y diseños fueron prolijos y cuidadosos. Aquí unos cuantos avisos.
Aviso de finalización de temporada de la bailarina Tórtola Valencia en el Teatro de Colón.
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La Compañía de Revistas Méndez se presentó en la mayoría de las ciudades del país. En varias de ellas causaron escándalo por la piel que mostraban y la indumentaria de las vedetes: plumas y mallas pegadas al cuerpo.
Durante la primera mitad del siglo xx, Luis Fajardo fue el empresario que se arriesgó a traer grandes compañías de drama y de zarzuela del mundo hispanoamericano.
El Teatro Gran Olympia de Manizales tuvo una época sobresaliente y los anuncios de prensa son testimonio de su actividad.
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El formato de estos anuncios se generalizó en las páginas dedicadas a divulgar toda clase de espectáculos de cada ciudad; la diferencia de El Siglo (Bogotá) con los otros periódicos, es que los ubicaba en una página distinta, debajo de la cabecera del periódico, por lo cual sobresalía del resto de la información.
El Teatro Municipal de Bogotá tuvo una gran actividad artística y teatral desde su construcción hasta cuando el gobierno de turno lo demolió. En este espacio hicieron su debut muchas compañías colombianas e hicieron temporada las extranjeras.
En Pereira, los teatros Caldas y Pereira que habían sido construidos especialmente para el cine, sostenían una competencia comercial intensa, en espectáculos en vivo y en cintas de cinematógrafo, que se reflejaba en las frases de sus anuncios.
La Compañía Vega de Vásquez tuvo un repertorio importante de obras nacionales. Fue nacionalizada y dependía del Teatro de Colón (Ministerio de Educación). Ya nacionalizada representó Complemento de Rafael Guizado.
Durante las décadas del cuarenta y cincuenta se hicieron más frecuentes los anuncios con fotos de los protagonistas.
Nótese que en este anuncio de duelo los bordes, líneas y algunas frases tienen un grosor más amplio y oscuro.
Anuncios, de décadas distintas, de las compañías que se volvieron imprescindibles en la vida cultural del país. La Bogotana de Comedias, dirigida por Luis Enrique; la Compañía Nacional de Revistas (que tuvo varios nombres a lo largo del tiempo), de Carlos Emilio Campos, el multitudinario Campitos, y la Compañía de Dramas y Comedias, de Juan Crisóstomo, conocido popularmente como el Mono Osorio.
En el Teatro Faenza, Luis Enrique Osorio conmemoró sus diez años continuos de actividad teatral con la Compañía Bogotana de Comedias.
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Varias funciones en Medellín, divulgadas por El Colombiano. Es importante resaltar la representación de El mártir del Gólgota de la Compañía de Pepe Montoya. Este actor fue posiblemente el más importante en el papel de Cristo. La Semana Santa era el momento en que el repertorio sacro subía al escenario en el país. Igualmente el repertorio infantil se intensifica durante la década del cincuenta y algunas compañías cargan con su teatro portátil o carpa, tal como lo confirman los avisos.
Anuncios de diferentes épocas de teatro de títeres.
En el Colón la Fierecilla domada acompañada de la señorita Posada López, reina del deporte.
En el Teatro de la Comedia, cuando Luis Enrique Osorio regresó a gestionar nuevamente la actividad teatral.
Coda
La muestra finaliza con la divulgación de una representación de Enrique Buenaventura y otra de Santiago García.
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