Radiodifusora Nacional
La Radiodifusora Nacional tenía como objetivo educar, orientar en arte, fomentar la cultura y elevar el gusto del pueblo; entendidos estos términos dentro de los parámetros de la cultura europea occidental y del modelo de la BBC de Londres. Por este motivo un grupo de intelectuales y artistas se vincularon a la radio con el objetivo de incidir en el gusto de los oyentes.
El radioteatro de la Radio Nacional ha sido considerado por varios estudiosos como uno de los antecedentes más inmediatos del teatro experimental, en especial en Bogotá. Sin embargo, este hecho debe considerarse como un elemento más dentro del conjunto de eventos culturales y artísticos que se estaban dando. Tampoco se puede afirmar que hubiese sido la primera en difundir obras teatrales; pero sí se puede decir, sin lugar a dudas, que la producción dramatúrgica tuvo una alta calidad técnica, programática y planeación estricta. Como en ninguna otra emisora, contó con traductores, adaptadores, directores, músicos y un elenco calificado.
Según informes de ministros de Educación, entre ellos Germán Arciniegas, anotaban de manera enfática que el radioteatro tenía gran acogida en la población y el grupo escénico había alcanzado renombre. Se transmitían tragedias, desde la griega hasta la de Shakespeare, dramas del teatro clásico español y francés, y el moderno repertorio norteamericano, entre otros.
Las obras más exitosas eran repetidas, como Prometeo encadenado de Esquilo, con música de Guillermo Uribe Holguín, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional y coros femeninos del Conservatorio Nacional; montajes de Shakespeare, y El proceso de Kafka que alcanzaron resonancia artística. Dada la alta sintonía, durante algunos años, la emisión central de los domingos en la noche era repetida los jueves.
Para 1947 ya se habían interpretado más de doscientas obras, treinta y cinco de ellas de autores nacionales. La Radiodifusora también contó con programas de radioteatro de otros países, como Estados Unidos y Canadá, por acuerdos con sus respectivas embajadas.
Con la llegada de la televisión, Romero Lozano se constituyó en una conexión para difundir y adaptar el repertorio de la dramaturgia moderna a ambos medios y, posteriormente, a las agrupaciones de teatro universitario. A su vez, agrupaciones independientes, como el Teatro El Búho, también aportaron a ambos medios.
Repertorio
Acorde con la filosofía que fue trasunto de la existencia de la emisora y su programación, las obras montadas en la hora del radioteatro pertenecían al canon de la literatura europea, llamada “universal”. Esto no significa uniformidad, pues ellas pertenecían a épocas y culturas dramatúrgicas distintas; por tanto, a variadas visiones del mundo, reflejadas en sus estéticas. Enriquecían los significados la perspectiva con la cual el equipo artístico hacía las adaptaciones y las transmisiones.
Los equipos artísticos, así sus integrantes cambiaran según vaivenes de época, mantuvieron altos niveles artísticos y técnicos, y conservaron algunas columnas vertebrales trazadas por sus creadores: divulgar los trabajos dramatúrgicos y guiones radio teatrales de los nacionales, diseñar ciclos ya fuesen temáticos y celebrar los cumpleaños de la emisora.
En efecto, la radio nacional se mantuvo fiel a la idea de divulgar la producción de dramaturgos colombianos, adaptada al medio radiofónico. En un principio lo hizo con los escritores que estaban vinculados a la emisora y poco a poco se fueron divulgando las obras de muchos más dramaturgos. A finales del siglo xx, se transmitían en directo obras completas de las agrupaciones teatrales.
Haga clic aquí para ver la recopilación de la programación de radioteatro.
Escuche parte de la entrevista al director francés Jean Louis Barrault:
Teatro y Radio Teatro (en francés con traducción al español).
Voz tomada del archivo sonoro de la HJCK, titulado: Cronología de la cultura 1950-1990.
Seguir en:
