Amira y Oswaldo
No cabe la menor duda de que estos dramaturgos tuvieron un papel importante en el teatro y la radio. Escribieron y adaptaron guiones para radioteatro, narraron y escribieron historias, cuentos y difundieron programas culturales para oyentes adultos, adolescentes y pequeños, impulsados por sus respectivas vocaciones pedagógicas y su entendimiento de esta población.
Amira de la Rosa (1900-1974)
Además de sus obras teatrales, que difundió también por la radio, su vasta producción comprende, aproximadamente, 100 obras radiofónicas y textos para radio, debido a su participación en el medio, entre 1930 y 1960, en emisoras de Barranquilla y en España. En ambos sitios hacía los ajustes lexicales necesarios y los giros gramaticales propios de cada cultura lingüística. Muchos de sus escritos radiales comprenden temas populares barranquilleros y eran emitidos en su programa, bajo el título de Glosarios.
Amira de la Rosa dirigía su propia agrupación teatral y con frecuencia actuaba en las tablas. En la radio estuvo vinculada a la Emisora Atlántico de Barranquilla y también dirigió y actuó en sus obras radio teatrales. En la actualidad todavía se mantienen inéditas piezas para ese medio. Entre las publicadas se hallan las siguientes: Casta de infieles, El héroe de barro, El ruido de las máquinas, El violín encantado. El DC-4, La Venus sin rostro, La vida sin caminos, Castillos en el aire, El plazo vencido, El triste milagro, El ladrón de los ojos azules, y otras más.
Oswaldo Díaz Díaz (1910-1967)
Oswaldo Díaz Díaz empezó a escribir siendo muy joven y continuó haciéndolo hasta cuando tempranamente murió. Escribió libretos para radio, cuentos, ensayos e investigaciones históricas. En los años treinta el autor divulgaba sus obras en los medios que había en su época: copias mimeográficas y revistas, y las promovía por medio de lecturas dramáticas y en clubes estudiantiles y sociales. Las transmitió por varias emisoras comerciales y por la Emisora HJCK y la Radiodifusora Nacional. Buscó asimismo que algunas de ellas fueran llevadas a la televisión, cuando este medio se hizo realidad en los años cincuenta. A pesar del empeño, un considerable número de piezas, entre ellas radiofónicas, permanecieron inéditas. De los autores de su generación, Díaz Díaz fue quien más tomó en serio la literatura para niños y jóvenes.
Díaz perteneció al grupo de intelectuales que participó en la fundación de la Radiodifusora Nacional y colaboró en el diseño de la programación. A través de sus ondas difundió la historia del teatro universal y colombiano, la literatura para jóvenes, tradujo y adaptó obras. Díaz consideró que la radio era un buen instrumento para difundir el arte dramático. Aunque, como dramaturgo que era, siempre tuvo presente las diferencias entre un oyente y un espectador de una sala de teatro, y las diferencias en el tipo de relación que se establecía entre unos y otros.
Además de las consideraciones anteriores, Díaz Díaz redactó libretos de carácter histórico, como el dramatizado Por aquí pasó Bolívar, una extensa pieza radiofónica dividida en capítulos y episodios que trataban los avatares de Simón Bolívar durante el proceso libertario; o Rataplán, adaptación de un cuento suyo basado en la batalla de la independencia y dedicado a los jóvenes en una sección llamada Radioteatro para muchachos.
Escribió también 35 radio dramas titulados Grandes hombres de las Américas, programa concertado entre el Comité de Coordinación de Asuntos Interamericanos. División de Radio, y la Radiodifusora Nacional. Se transmitió desde mediados de junio de 1942, bajo la dirección artística de Bernardo Romero Lozano.
Posteriormente, los relatos fueron publicados en dos tomos. Cada uno de ellos fue considerado por su autor como viñetas reducidas, “como fugaces atisbos de la vida agitada, fecunda y muchas veces extraordinariamente variada de algunos hombres que desempeñaron papeles importantes en la historia de sus países y en la historia de América”. También dice que, aunque todos no fueron nacidos en América, “prestaron innegables servicios a nuestro Hemisferio […] No fueron americanos de cuna, pero sí americanos de espíritu”. Lo cual significa que el autor fue atraído por las ideas democráticas e independentistas de los nombres escogidos.
Escuche dos obras de Díaz, transmitidas por la Radio Nacional: